Mejorar las poblaciones de aves no es simplemente un acto de «buenismo ecologista» sino que como ya hemos comentado en alguna entrada anterior, aumentar el número de aves que nos rodea mejora nuestra salud mental, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión.
Pero no sólo eso, cada vez más fincas agrícolas se están adaptando a los nuevos tiempos y están apostando por una nueva manera de hacer las cosas, ya no solo de cara a mejorar su imagen comercial por que «lo verde vende», sino porque se están dando cuenta de que contando con expertos, pueden aumentar las poblaciones de determinadas especies que les ayudan a controlar plagas y por tanto a ahorrar mucho dinero en plaguicidas y venenos que además pueden afectar también a nuestra salud.
Así, ya hay numerosas iniciativas en Extremadura o Murcia en las que estamos trabajando en este sentido. En fincas que proveen materias primas a importantes marcas comerciales con unos resultados muy prometedores en cuanto al aumento de la biodiversidad en estas fincas y en cuanto al ahorro económico en el uso de productos químicos o de ahorro de agua.
Una simple medida ya muy extendida es la colocación de cajas nidos adecuadas para la especie depredadora de la que produce plagas en nuestro campo, así se colocan cajas para cernícalos y lechuzas en aquellas fincas en las que cada cierto tiempo se producen aumentos en las poblaciones de roedores, solucionando el problema de una manera sencilla, ecológica y económica. Además, numerosas administraciones ofrecen ayudas para realizar estas mejoras por lo que «hasta pueden salir gratis». Puedes contactar con nosostros aquí.

El alcaudón meridional es una especie insectívora ligada a medios agrarios
No debemos perder de vista, que un cultivo consiste en reducir la diversidad de plantas de una zona para hacerla totalmente homogenea y esto produce un desequilibrio en el ecosistema que hace aumentar las especies que se alimentan de ese cultivo, y todavía más si se eliminan sus depredadores o se les priva de lugares para nidificar, posarse o agua, lo que impide que éstos también aumenten su población. Aunque en ocasiones en un ecosistema las causa-efecto es difusa, evidentemente, una especie se convierte en plaga cuando tiene mucha comida y ningún depredador la mantiene en unos límites óptimos.
Así un reciente artículo publicado en una prestigiosa revista muestra como el cultivo intensivo de viñedos afecta negativamente a la diversidad de aves. La intensificación agrícola y el aumento del cultivo en espalderas afecta negativamente a más de la mitad de las especies de aves estudiadas, por lo que se recomienda conservar y restaurar los parrales tradicionales, los antiguos muros de piedra, así como incrementar la heterogeneidad paisajística con hábitats marginales como setos verdes y lindes para aumentar la abundancia de aves y asegurar de este modo el mantenimiento de los servicios ecosistémicos, lo que redunda en una mayor sostenibilidad del sistema.

El aguilucho cenizo es otra ave muy ligada a nuestros medios agrícolas.
Si desea que su explotación además de ser rentable mantenga niveles adecuados de biodiversidad para mantener o mejorar los servicios ecositémicos que las especies silvestres pueden proporcionarle, no dude en contactar con nosotros, que nos adaptaremos a sus necesidades para hacer que la fauna le ayude a hacer su finca más rentable.